A partir de las medidas de distanciamiento derivadas de la pandemia, comenzó una adaptación masiva del trabajo remoto para aquellas empresas que por su naturaleza, les era posible continuar con sus proyectos desde casa. Esto ha puesto en la mesa la viabilidad de dicho modelo, así como preguntas sobre cómo será el futuro de éste y por ende, la dinámica de demanda y el diseño de oficinas y/o coworkings.
La firma internacional de arquitectura, diseño y urbanismo, Broadway Malyan (BM), organizó un webinar dedicado a estos temas, en el que participaron Javier Bernades, Responsable Business Space de Cushman & Wakefield y Miguel Ángel Falcón, Director General de Servicios Técnicos de Colliers.
De acuerdo a Jorge Ponce, co-director de BM, anterior a la crisis sanitaria, las tendencias en los espacios de trabajo apuntaba a sitios abiertos y flexibles con un aumento en el uso de tecnología, inspirados en las grandes compañías de Sillicon Valley. Asimismo, el co-working estaba en asenso.
Al respecto, Javier Bernades, considera que las oficinas continuarán siendo imprescindibles, no obstante, a corto y mediano plazo todo girará en torno a la salud y el futuro económico; por lo que éstas deberán ser rediseñadas. En este sentido, informó que Cushman & Wakefield ha instalado un piloto en Amsterdam, en el que han reinventado la estructura de las áreas de trabajo, tomando en cuenta las medidas sanitarias de distanciamiento, para lo cual, implementaron estrategias como la reducción del número de personas que ocupan los work pools; eliminación de escritorios frente a frente; que el flujo de movimiento sea en el sentido de las manecillas del reloj; y de manera general pensar en lugares para menos empleados.
“Es una idea que en un entorno de incerteza, creemos que puede dar un nivel de confort a las empresas, y para este proyecto en concreto hemos tenido que prescindir de entre el 30 y 40 por ciento de los puestos físicos” indicó Bernades.
Miguel Ángel Falcón, expresó que las compañías estarán más interesadas en el control de riesgos de operación y algunas buscarán descentralizar sus equipos teniendo más de una sede. Además de que habrá una importante reducción de costes fijos mensuales.
“Pensamos que las oficinas en el futuro se van a dedicar más a las labores de colaboración, co-creación y comunicación, y en cambio, las tareas de concentración se van a realizar en casa” dijo.
En cuanto al diseño, manifestó que habrá un aumento de los metros cuadrados por ocupantes, pero los metros cuadrados netos de los espacios se mantendrá.
De igual forma, prevé un incremento en el terreno de la tecnología que evite el contacto corporal con las superficies, así, el uso de sensores de proximidad o lectores de reconocimiento facial y voz será una tendencia, la cual actualmente ya está siendo solicitada por los clientes de Colliers. Del mismo modo, habrá mejoras en los sistemas de climatización y en el uso de materiales que sean menos susceptibles a almacenar bacterias.
Falcón destacó que el co-working es el que se ha visto más afectado, presentado una baja en su facturación de hasta 40%, debido a que sus contratos son por periodos menores que las oficinas tradicionales.
Por otra parte, comunicó que Colliers Madrid lanzó a finales de marzo la encuesta “Trabajando desde casa durante el Covid-19”, que se aplicó a 3 mil clientes de 25 países diferentes. Los resultados mostraron que al 82% les gustaría hacer home office uno o más días a la semana posterior a la crisis de Covid-19. Mientras que 32% desean trabajar tres o más días de esta manera; 71% de los que nunca habían laborado en casa antes, les gustaría hacerlo en un futuro al menos un día a la semana.
Del total de encuestados, 55% consideró que podía realizar sus actividades mucho mejor que estando en la oficina. El 76% se siente conectado a sus equipos a pesar de la distancia, mientras que 58% consideró que colaboran mejor desde la oficina
Las personas que viven solas o con su cónyuge, tienen mayores índices de productividad, y a las personas que comparten piso les gustaría regresar a la oficina, por lo que la vivienda también influye en el tema del futuro del home office.
Las conclusiones iniciales fueron que hay un deseo generalizado por que continúe este modelo, pero combinado con las tareas de colaboración y socialización en la oficina. Por tanto, la gestión de los espacios será fundamental. Porotro lado el home office podría impulsar la renta de espacios individuales en coworkings.